La OCDE presentó el pasado jueves un nuevo análisis económico sobre el posible impacto positivo que tendrá su propuesta de reformas fiscales internacionales para responder a los desafíos fiscales derivados de la digitalización de la economía.
El nuevo análisis de la OCDE, que llega poco después de que la comunidad internacional reafirmara su compromiso de llegar a un acuerdo duradero para finales de 2020, confirma el impacto positivo que el impuesto digital global tendrá sobre la recaudación fiscal a nivel global. En concreto, prevé que el efecto combinado de los dos pilares en los que se basa su propuesta podría representar alrededor de un 4% de los ingresos percibidos mediante la recaudación del impuesto sobre la renta de las sociedades a nivel global, es decir, alrededor de 100.000 millones de euros de recaudación anual.
Próximos pasos a nivel multilateral
La propuesta de la OCDE contempla dos pilares como parte del plan de trabajo aprobado por el Marco Inclusivo sobre BEPS, cuyo objetivo es llegar a un acuerdo a nivel multilateral que garantice una solución a largo plazo a los desafíos fiscales que plantea la digitalización de la economía. En este sentido, la labor de la OCDE a la hora de abordar estos desafíos pasa, entre otros, por restaurar el sistema tributario, por la mejora de la seguridad jurídica en materia fiscal o por mitigar los riesgos de doble imposición.
Los próximos 22 y 23 de febrero tendrá lugar, en Arabia Saudí, la presentación del último informe del Secretario General de la OCDE sobre los trabajos en curso a este respecto. En la reunión, se presentará el informe a los ministros de Finanzas y Gobernadores de los Bancos Centrales del G20. De no llegarse a un acuerdo consensuado en el marco de la OCDE, a finales del 2020 se llevarán a cabo nuevas medidas unilaterales, lo que podría generar mayor incertidumbre.