Glovo: “Podemos ser parte de la solución y ayudar a los comercios a volver a activarse a nivel operativo”

“Podemos ser parte de la solución y ayudar a los comercios a volver a activarse a nivel operativo”

19 mayo, 2020

Categorías:

Blog

Comparte esta noticia:

José Luis Zimmermann, director general de Adigital, conversa con Sacha Michaud, cofundador de Glovo, una de las empresas más internacionalizadas de nuestro país.

Está presente en 22 países y 300 ciudades de todo el mundo. Y eso que, según su fundador, en sus inicios el proyecto demostró no ser ni muy escalable ni demasiado funcional. Acababa de comenzar 2015 cuando Sacha Michaud y Oscar Pierre decidieron lanzar una primera versión de su app, Glovo. Tenía solo botones y todos los datos del proceso de contratación del servicio de delivery había que introducirlos de forma manual. Sin embargo, en aquel momento era más importante lanzar, testear y empezar a crecer que presentar al mundo el modelo perfecto. Ahora, Michaud asegura que fue esa osadía la que les permitió para posicionarse rápidamente y llegar a lo que son: un servicio de entrega a domicilio que trabaja con restaurantes y comercios grandes y pequeños y que permite al usuario un seguimiento en directo de sus pedidos.

Hoy, Glovo tiene más de 2 millones de usuarios en nuestro país y, en las últimas semanas, ha pasado a convertirse en un servicio de primera necesidad acercando comida y otros productos necesarios a los hogares españoles. El pasado 6 de mayo, José Luis Zimmermann, director general de Adigital, tuvo la oportunidad de conversar con Sacha Michaud, cofundador de Glovo, en una nueva edición de nuestras Conversaciones After Covid-19. Aquí te dejamos algunos de los momentos destacados de esta charla.

José Luis Zimmermann: Glovo ha jugado un papel muy importante en las últimas semanas, pero ¿cómo se adapta una compañía así a la declaración del estado de alarma y esta situación de emergencia sanitaria?

Sacha Michaud: Me gustaría decir que estaba todo planificado y controlado, pero la verdad es que todas las compañías nos encontramos con el caos más absoluto de un día a otro. Pero, en nuestro caso, era más complicado todavía porque no se trataba simplemente de cerrar y esperar a que esta situación pasara, como están haciendo muchas empresas, sino que teníamos que seguir operando, aunque en unas circunstancias muy diferentes. Para empezar, estamos en cuatro continentes diferentes y el confinamiento y las medidas de contención del virus se han dado a diferentes velocidades. Pero, además, nuestros dos mercados más importantes son Italia y España, los países más afectados. Como empezó en Italia, pudimos ver lo que estaba pasando en Milán y aprendimos de eso para hacerlo un poco mejor en España y luego en América Latina, pero no ha sido fácil…

 

JLZ: ¿Cómo fue el proceso exactamente?

SM: En un primer momento, muchos partners deciden cerrar completamente. Aunque está permitido entregar a domicilio, a muchos no les sale rentable seguir operando por un 20-30% de la facturación habitual. Ahí tienes una bajada de 70-80% de tu actividad y una operativa más compleja, porque tienes que entregar en distancias mayores: la pizzería del barrio no está abierta y el usuario la encarga de otra más lejana. Eso afecta a tus ingresos, porque los repartidores tienen que seguir cobrando —de hecho, hemos aplicado bonus especiales para que cobren más—. Pero, poco a poco, van entrando de nuevo tanto los establecimientos que decidieron no abrir como otros nuevos a los que nunca les interesó estar en delivery, porque nos convertimos en una bolsa de oxígeno.

Aun así, como hay pocos comercios abiertos, los que sí están facturan más. Los ‘local heroes’, que es como llamamos a los pequeños, muy buscados, han duplicado sus ventas en Glovo en comparación con el momento previo al Covid-19, por lo que finalmente les sale rentable estar abiertos. Y, de este modo, poco a poco el volumen de negocio va volviendo a la normalidad. Ya estamos casi en números pre-Covid.

 

JLZ: Pero no solo cambia la parte operativa… Precisamente, las plataformas de delivery fueron de las primeras en lanzar una serie de compromisos y recomendaciones de seguridad e higiene durante el estado de alarma… 

SM: Sí. Primero tienes que pasar del contact al contactless. Porque tienes al comercio que entrega el producto, al repartidor y al cliente, y todo tiene que funcionar de manera que se reduce al máximo el riesgo de propagación del virus. Eso se hace con un protocolo, pero también con cambios en la app, por ejemplo. Y a ello hay que añadir un tema de seguridad. Cuando todo esto comenzó, España era uno de los países donde había falta de material de protección para la población. Hicieron falta 133.000 máscaras, 70-80.000 guantes, solución hidroalcohólica y educar a las partes en la importancia de la seguridad. Ha sido un aprendizaje a la velocidad de la luz.

 

“Estamos muy orgullosos de ser parte de la solución, de dar un servicio esencial”

 

Además, todo esto mientras cambia el tipo de pedidos. De repente, empieza a crecer una categoría (que, no obstante, siempre ha sido la segunda después de comida domicilio) a una velocidad nunca vista, los supermercados, triplicando y cuadruplicando encargos en algunos países. Eso te obliga a aprender sobre la marcha, pero también es positivo porque significa que tu base de usuarios está descubriendo y probando un nuevo servicio que es muy útil y que esperas que sigan utilizando.

Y, por último, hay historias bonitas, como el uso que han hecho de la aplicación madres que envían comida a sus hijos o viceversa. Estamos muy orgullosos de ser parte de la solución, de dar un servicio esencial. Y nos sentimos afortunados, comparados con muchos negocios que han tenido que cerrar.

 

JLZ: Hace un momento comentaba que la compañía está volviendo a cifras casi pre-Covid en cuanto a envíos y facturación, y eso es también una buena noticia para el comercio y la restauración, porque significa que el panorama va mejorando, poco a poco. ¿Cómo ve Sacha Michaud el corto plazo, la desescalada?

Sacha Michaud, cofundador de Glovo

Sacha Michaud, cofundador de Glovo

SM: Me preocupa un poco… Los restaurantes han sido diseñados para un aforo y, para muchos de ellos, abrir con un 50% de las mesas (y no estoy criticando la normativa) puede impedir que salgan los números. A esto se une la importancia que tiene el turismo en un país como España. Así que tendrán que ser muy creativos para adaptarse a esta nueva situación que, además, va a durar bastante tiempo. Nosotros podemos ser parte de la solución, no solo por los ingresos que puedan obtener a través del delivery, sino porque los podemos ayudar en la vuelta al trabajo. Nuestro equipo ya está desarrollando iniciativas para ayudar a los comercios a volver a activarse a nivel operativo. Tenemos acceso a muchos usuarios, a instituciones financieras, y tenemos la tecnología. La idea es ser parte y contribuir a que la vuelta a la normalidad sea lo menos dolorosa posible. Estamos preocupados pero dispuestos a hacer lo que haga falta para ayudar a nuestros partners.

 

JLZ: De alguna manera ya lo habéis hecho, porque de lo que no cabe la menor duda es del papel que habéis jugado en la entrada en la digitalización de numerosos comercios y negocios de restauración…

SM: Hay un caso muy particular que es el de los establecimientos emblemáticos y de grandes chefs y marcas gastronómicas. Esos son dos segmentos a los que, tradicionalmente, no les ha interesado el delivery: quieren controlar el proceso, les importa mucho su marca, el efecto “wow” en su local… pero ya estamos viendo ejemplos de algunos de ellos entrando en plataformas digitales como la nuestra. No hay vuelta atrás. La digitalización es el futuro y se tienen que adaptar a ello. Y lo que sirve para sus locales quizás no sea apto para entregar en casa, por los ingredientes o por ciertas preparaciones, por eso sobrevivirá el que sepa adaptarse y hacer un producto específico para ese nuevo contesto. Son establecimientos excelentes, que suelen hacer las cosas bien y, si se adaptan correctamente, tendrán una nueva línea de negocio en las plataformas muy importante.

 

JLZ: En cualquier caso, vuestra actividad se ha consolidado y vienen circunstancias que van a determinar cómo consumimos. Por ejemplo, estoy convencido de que el teletrabajo va a tener muchas derivadas y puede influir directamente en cómo hacemos la compra o si pedimos o no comida a domicilio. Además, vemos otras novedades, como que se comienza a competir en comida preparada en el ámbito de la gran distribución. ¿Cómo se ve el futuro a largo plazo desde Glovo?

SM: Yo creo que es inevitable que va a haber un cambio de hábitos, por ejemplo, en cómo trabajamos y esto hace que el pequeño comercio no tenga más remedio que digitalizarse, que no haya vuelta atrás y que todo vaya más rápido. Es lo que ha pasado con la comida a domicilio de los restaurantes. Es un sector que no es nuevo: primero llamábamos e íbamos a recoger el pedido; luego empezaron a entregarlo en casa, después empezamos a hacer los pedidos por internet, y ahora, finalmente, hay aplicaciones en las que el usuario está en control y puede seguir su comida en todo momento.

 

“Nuestro equipo ya está desarrollando iniciativas para ayudar a los comercios a volver a activarse a nivel operativo”

 

Aquí es muy interesante la relación con otros segmentos de retail, como el grocery o las tiendas especializadas. Si puedes pedir el vino de tu bodega al mismo precio que yendo tú a buscarlo, no hay razón para ir tú, solo por evitar ir cargado con el peso de las botellas hasta casa. Esto se está acelerando y, en vez de tardar 5 años en consolidarse, tardará dos.

En cualquier caso, creo que estamos en el momento de remar todos en la misma dirección. Compañías como la nuestra estamos creciendo y generando trabajo, incrementando los ingresos del comercio local… Tenemos que intentar volver cuanto antes a lo que era o incluso mejorarlo.

*****
¿Quieres saber más sobre cómo están reaccionando las principales empresas de la economía digital a esta crisis y sobre cómo ven el futuro de su sector? No te pierdas nuestras próximas #ConversacionesAfterCovid19.